sábado, 28 de mayo de 2016
Algo brilla (por Agustín Fernández Mallo)
A la luz blanca le brotan colores para anunciarnos
que se va al recreo, al lavabo, de vacaciones,
pero va de compras
-la luz compra el mundo, siempre ha querido comprar el mundo, ocuparlo todo
es su misión, nunca ha descansado y nunca descansará, incluso los agujeros
negros se hallan saturados de luz, auténticas multinacionales de la luz-,
pero aquí, ahora mismo, es noche cerrada
y la de las estrellas no satisface lo anteriormente dicho
-mucho menos la de la luna: llega con la suciedad
de lo adquirido en segunda mano-.
El páramo se curva más que el ojo, así que
es inmenso, el viento husmea en el frío un boquete de salida.
Algo brilla entre unos matorrales, me agacho,
una tarjeta de crédito.
La había perdido años atrás, las espinas de los cardos
perforan la banda magnética, roedores han limado
la media luna de sus dientes en la fecha de caducidad, un manto
de liquen cubre los dígitos de control y mis apellidos,
no mi nombre,
me dejan huérfano.
Enseguida recuerdo:
mi primera cuenta corriente, Caixa Galicia,
un amigo había dicho "así me ayudas a que me prorroguen el contrato,
después la olvidas y ya está".
La meto en el bolsillo -un acto reflejo-.
Al instante la dejo donde estaba.
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6 comentarios:
Nadie es todo razón. Nadie es sólo razón.
Son nuestras elecciones, más que nuestras capacidades, las que revelan cómo somos.
Antes de mentir, piensa que después tendrás que gestionar la mentira.
Ni en la Ilíada
ni en la Odisea nadie
fuma tabaco.
(CUQUI COVALEDA)
Arrímate a mi querer
como las salamanquesas
se arriman a la pared.
Sin punto tonto y sin punto loco no nació nadie.
(proverbio indonesio)
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