lunes, 16 de mayo de 2016
El silencio en una casa (por Bronislaw Maj)
El silencio en una casa donde alguien
está muriendo: susurros, sollozos reprimidos por pañuelos,
puertas que se cierran suavemente. El olor de medicinas
que ya no son necesarias, la llama de las amarillas velas
de la Candelaria. Ese
hombre silencioso, mi padre, es un chico
cuya madre está muriendo. Nadie cree aún
en lo que está sucediendo ahora, ya
ha sucedido, imperceptible, pero aún
este silencio. Alguien está sacudiendo una alfombra
en el patio, un coche se pone en marcha, una discusión
en las escaleras, música, una corriente de aire
con olor a pasto ha apagado la vela. Ya nada de acá
le pertenece a ella. No tenemos ya nada
en común con ella, nos quedamos atrás.
Ahora podemos llorar fuerte, más fuerte:
en un constante testimonio
para la vida.
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5 comentarios:
Vale más ser desdicho que desdichado.
Pelma es quien te quita la soledad y no te da la compañía.
Casi nunca una descripción se parece a la realidad.
(MUÑOZ MOLINA)
Partido en dos,
qué blancas sus semillas.
Pimiento rojo.
(SUSANA BENET)
Nunca es dichoso el envidioso.
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