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lunes, 17 de julio de 2017

Sus nombres (por Saiz de Marco)



si se apagaran

el jazmín

el azahar

la madreselva

subsistirían

aún estarían al menos

con nosotros

sus nombres


quedarían las palabras

que inventamos para ellos


si perecieran


si se fueran del todo

el colibrí

el jilguero

el ruiseñor

sus nombres seguirían aquí

junto a nosotros



pervivirían

las formas de decirlos

que ellos nos inspiraron

las plazas que ocupaban

en nuestro viejo hablar


y quienes no los vieron


quienes nunca los vieron vivir

preguntarían

cómo eran

y qué hacían

y en ellos qué brillaba

tan especial

tan grácil

para llamarse así



5 comentarios:

Laura dijo...

Estimados amigos de Zumo de Poesía, agradezco su gentileza
por el enlace a mi blog y sus generosas palabras respecto
del mismo.
Mi amigo Fred es el merecedor de sus conceptos.
Muchas gracias y mi saludo cariñoso desde Argentina.
Este es un espacio que he conocido por Fred y es un placer
entrar en él cada día.

zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.) dijo...



Gracias, Laura. Un fuerte abrazo.

Fred dijo...

Laura, amigos, es colega vuestra, profesora de Literatura lo mismo que la mayoría de vosotros (o eso tengo entendido) y solo la modestia hace que silencie sus gracias y aumente las que yo pueda tener. Teníais que leer alguno de sus textos de calado poético y compararlo con mucho material averiado que anda por ahí, incluso en libros, y que como ayer mismo fui testigo, se presenta en ostentosas tribunas para que sea leída en publico su poco agraciada contextura, a veces con una fatua petulancia y entonación que dan vergüenza ajena.
Ya le tengo advertido a Laura que un blog, aunque tenga calidad, languidece en la sombra si no trasciende, si no es conocido por la gente. Poco a poco, espero que "Las horas de los días" goce de un lugar entre los buenos.
Salud.

Cide Hamete Benengeli dijo...

El amor y la naranja
se parecen infinito
en que, por dulces que sean,
de agrio tienen su poquito.

TóTUM REVOLùTUM dijo...

No me digas que no beba,
no vaya a ser que otro día
quiera beber y no pueda
porque me falte alegría.