¿Se desprendió del cielo?
Estaba entre los ruidos,
herido,
malherido,
inmóvil,
en silencio,
hincado ante la tarde,
ante lo inevitable,
las venas adheridas
al espanto,
al asfalto,
con sus crenchas caídas,
con sus ojos de santo,
todo, todo desnudo,
casi azul, de tan blanco.
Hablaban de un caballo.
Yo creo que era un ángel.
5 comentarios:
Los animales están más cerca de los ángeles que los humanos.
La adulta recordaba aquellas calles
en que vivió de niña,
los juegos con la cuerda, las esquinas
del norte de Dublín, esas mansiones
más tarde vueltas casas de vecinos
sórdidas, duras, hacinadas
como en dramas de O’Casey
o el eco del hollín en la miseria.
Como versos certeros, las palabras
no hablaban de esto ni de aquello,
lo componían
igual que los ladrillos las fachadas
y la hiedra plural y minuciosa
que entreteje el ahora y su pasado.
Paula era la niña que fue Paula.
Nosotros sus vecinos, sus amigos
que tiramos también de aquella soga
cuyo cabo se amarra a aquellos días,
el ancla del ayer en la tormenta.
(RIVERO TARAVILLO)
Cuando un pobre come merluza, uno de los dos está podrido.
(GLORIA FUERTES)
La extrañeza ve lo que la rutina oculta.
ESTE GIRONDO ES UN CACHONDO
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