Cuando estoy cansada y no logro decidir
algún asunto difícil
he empezado a pedir opinión a mis amigos muertos.
Y la respuesta es casi siempre inmediata y transparente.
¿Acepto el trabajo? ¿Me mudo a la ciudad?
¿intento concebir un hijo en mi madurez?
De pie mueven sus cabezas sonrientes al unísono.
Lo que conduzca a la alegría, contestan siempre,
a más vida y menos preocupación.
Miro dentro del jarrón donde estuvieron las cenizas de Billy
-es verde ahí dentro, un jarrón verde-
y le pregunto a Billy si debo devolver esa llamada.
Y dice: sí.
-Billy ya atravesó la temible puerta-
Y lo que él diga, eso haré.
5 comentarios:
A ningún muerto
le borro del listado
de mi teléfono.
Los que se fueron,
en mi agenda del móvil
siguen con vida.
Dialogo a veces
por whatsapps con algunos
muertos recientes.
Muertos recientes... y muertos vivientes.
Fe significa no querer saber la verdad.
(NIETZSCHE)
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