El pájaro que se pierde.
Aquel está en el día en que aparece, en el día más blanco. Pájaro.
Aletea, se vuela. Aletea, se pierde.
Aletea, reaparece.
Se posa. Y después no está más. Con un batir de alas se ha perdido en el espacio blanco.
Así es mi pájaro familiar, el pájaro que acude a poblar el cielo de mi pequeño patio. ¿Poblar? Ya se ve cómo…
Pero me quedo en el lugar, contemplándolo, fascinado por su aparición, fascinado por su desaparición.
5 comentarios:
Aún no existían
las notas musicales
y él ya trinaba.
Quien se emociona por lo simple suele no ser simple.
(NAROSKY)
La ideología es un búnker cognitivo.
Pasa a la Historia
por una palangana
Poncio Pilatos.
(CUQUI COVALEDA)
Ahora está trabajando, en una habitación
no distinta de esta
en la que yo escribo o tú lees.
Su mesa está cubierta de papel.
Una pantalla podría atenuar
la luz de la lámpara, disolviendo la potencia
de la única bombilla,
pero no; la ha quitado.
¿Sus poemas? Nunca los conoceré,
aunque son los que más necesito.
Ni siquiera puedo descifrar
el alfabeto en que escribe. Su silla…
Supongamos que es de cuero
o de lona, de plástico o de mimbre. Dejemos
que tenga una silla, su lámpara sin pantalla,
la mesa. Dejemos que en la habitación contigua
haya uno o dos a los que ama. Dejemos que la puerta
esté cerrada, que los que duermen estén sanos.
Dejemos que tenga tiempo, y silencio,
papel suficiente para equivocarse y continuar.
(JANE HIRSHFIELD)
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