Hombres en flor (corbatas variadas, primores
de domingo), mi alma ¿qué es para vuestro traje?
Jueces de paz, Peritos agrícolas, Doctores:
perdonad a este humilde ruiseñor del paisaje.
Yo no he querido nunca molestaros, cantándo-
os. Sí: este ramo blanco de rosas del ensueño,
puede hacer una música nueva y clásica, cuando
sonreís con los labios; pero yo no os desdeño.
¿Qué es mi voz ante vuestra decorada levita?
¿Vale, acaso, la pena, una pura sonata,
de achicar las orejas?; o una estrella marchita
que volara, ¿qué es para vuestra corbata?
…Y tú, ruiseñor mío, endulza tu tristeza,
escóndete en tu pino, consuélate y olvida;
sé igual que un muerto, y dile, penando, a la belleza,
que has sido como un huérfano en medio de la vida.
4 comentarios:
También necesitamos lo que no existe. Una monodieta de realidad (realidad de desayuno, realidad de comida, realidad de cena) nos mataría.
La perfecta idiotez se ignora a sí misma.
La muerte es una alfarera que hace su trabajo al revés.
(EMILY DICKINSON)
Enseño a callar
en todos los idiomas
según el método de contemplar
el cielo estrellado,
las quijadas del sinantropus,
el plancton,
el copo de nieve.
(SZYMBORSKA)
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