como si no tuviera patria.
En tierra lejana están las grandes rocas
sobre las que mis pensamientos reposan.
Fue un forastero quien escribió las extrañas palabras
en el duro tablero que se hace llamar mi alma.
Días y noches pienso tumbada
en las cosas que jamás pasaron:
mi alma sedienta pudo beber una vez.
3 comentarios:
¡Ay, cómo duele
lo que nunca has tenido
cuando lo pierdes!
Los que dicen que es imposible no deberían molestar ni interrumpir a los que lo están intentando.
(EDISON)
Quién pudiera ser piel roja, siempre alerta y al galope a lomos de un caballo, cortando el viento, constantemente sacudida por la tierra estremecida, hasta dejar caer las espuelas, pues no harían falta espuelas, hasta arrojar las riendas, pues no harían falta riendas y apenas viera ante sí el campo como una pradera rasa, ya sin cuello ni cabeza de caballo.
FRANZ KAFKA
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