He vuelto brevemente a la que fue mi casa.
Cuando me trasladé la vendí a una pareja,
parientes de un amigo.
Por eso he vuelto a ella.
Solamente una hora de paso, de visita,
nada más que un almuerzo con mi amigo y sus primos
en la que fue mi casa pero ya no lo es.
Todo en ella es distinto.
La pared que era blanca, ahora es azul.
Donde estuvo mi cama es su cuarto de estar.
Mi salón ha pasado a ser su dormitorio.
Todo ha sido cambiado:
las lámparas, los muebles, los cuadros, las cortinas…
Me costaba asumir que allí estuvo mi casa.
A mi triste pasillo y a sus baldosas frías
los arropa una alfombra con un dibujo alegre.
Mis oscuros rincones están llenos de luz.
Es todo más bonito y más acogedor
que cuando un año antes fue mi casa.
De los mismos tabiques y las mismas estancias
han hecho ellos un sitio mucho más agradable.
Y entonces he pensado que,
igual que de mi casa ellos han hecho otra
más hermosa y más cálida,
también con este cuerpo
-con mis piernas, mis brazos,
mi corazón, mis ojos-,
con este mismo ser y esta vida -mi vida-,
si hubieran sido suyos,
habrían sabido hacer
algo mejor.
3 comentarios:
Tendemos a pensar eso pero ¿quièn sabe?
Les pedí a profesores que enseñan el significado de la vida que me dijeran qué es la felicidad
Y consulté a célebres empresarios que dirigen el trabajo de cientos de hombres
Todos sacudieron sus cabezas y me sonrieron como si estuviera tratando de bromear con ellos
Y luego una tarde de domingo vagué a lo largo del río Des Plaines
Y vi un grupo de húngaros bajo los árboles con sus mujeres y niños y un barril de cerveza y un acordeón
(CARL SANDBURG)
Debiera darnos vergüenza que los fanáticos pongan tanto interés en su fanatismo, y los sensatos tan poco interés en su sensatez.
(VOLTAIRE)
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