La belleza de los árboles a medianoche
debería detenerse un tiempo.
Las aguas que corren y los caminos remotos
deberían detenerse.
La luz en las ventanas debería detenerse,
detenerse pronto para mí.
Donde crece el día con la compraventa
del mercado debería detenerse.
El pasto debería detenerse en su silencio
cuando los insectos aplacan el hambre de la tierra.
En desolados descansos de montaña
el cielo debería detener su refinado azul.
Poderosos pájaros en el aire,
como enormes caballos en una carrera incesante,
todos ellos deberían
detenerse.
Los desenfrenados susurros del bosque,
el sueño del pez en el mar abierto,
nuestro dormir
debería detenerse.
No el vertiginoso hechizo de las bailarinas desnudas,
ni el manar de la sangre del guerrero.
Todos deberían detenerse un rato.
La muerte debería detenerse.
3 comentarios:
Un tiempo muerto (como en el baloncesto), una tregua, un respiro... La Tierra debería echar una siesta. Dejar de girar un rato. El mundo debería detenerse.
Hay que prohibir los pájaros de acero o desapareceremos, no se toman medidas adecuadas y vamos hacia una dictadura sin remisión
M.H.
La muerte no es tanto la extinción de todo lo que nos constituye como la mera pérdida de su principio unificador, que es la individualidad.
(BENÍTEZ ARIZA)
Publicar un comentario