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martes, 14 de julio de 2020

Sosiégate, corazón (por Fernando Pessoa)


¡Sosiégate, corazón! ¡No desesperes!
Tal vez un día más allá de los días
encuentres lo que quieres porque no lo quieres.
Entonces, libre de falsas nostalgias,
alcanzarás la perfección de ser.

¡Pero pobre sueño el que solo quiere no tenerlo!
¡Pobre esperanza la de existir tan solo!
Como quien se pasa la mano por el cabello
y en sí mismo se siente diferente,
¡ah, cuánto mal hace al sueño el concebirlo!

¡Sosiégate, sin embargo, corazón! ¡Duerme!
El sosiego no quiere razón ni causa.
Sólo quiere la noche plácida y enorme,
la grande, universal, solemne pausa
antes de que todo se transforme en todo. 


3 comentarios:

Sandra Gavrilich dijo...


Soy esta tierra salvaje. Voy a cuidarla ya que soy yo.


(M. J. FABREGAT)

M.H dijo...

que el vivir sólo es soñar, y que la experiencia me enseña que el hombre que vive, sueña ( Calderón de la Barca )

Lloviendo amares dijo...

No es que los guapos sean solo guapos, sino que además suelen ser sanos y alegres y equilibrados. Los feos solemos desarrollar un rencor y una soledad que nos hace más complejos e interesantes, pero a la vez más intratables, también para nosotros mismos. Gracias a esta lucha interior y a esta vida equivocada hemos desarrollado un pensamiento propio, cierto, ¿pero qué son cuatro opiniones peculiares, conseguidas de hacernos daño, al lado de la simpatía sin esfuerzo de los guapos, de lo bien que les sienta la victoria, de ese brillo y encanto suyos que no dejan de perfeccionarse?

Y qué maravilla cómo se mueven las personas guapas, tanto los hombres como las mujeres, que delicadeza y complejidad al mover el cuerpo y las manos, qué sincronía, también a la hora de hacer gestos con la cara, cuántos años les habrá llevado naturalizar tanto artificio, esa coquetería que en ellos parece necesaria. Nos observas en cambio a los feos y descubres que… ¡aún no hemos aprendido a movernos! ¡Se nota que pasamos de nuestro cuerpo, que no estamos enamorados de él!

¿Y cuál es la gran venganza que los feos hemos perpetrado contra los guapos? La invención de “el interior”. Toda esa jaula de pirañas que llevamos dentro, esa bola de complejos, frustraciones, inseguridad, rencor y ganas de devolver el golpe, la hemos pintado de naranja y presentado al público con el nombre profundo y misterioso de “el interior”. Con tanto éxito, que hoy hasta los guapos quieren tener “interior” y hasta están dispuestos a fingirlo.

(NEORRABIOS@)