miércoles, 26 de mayo de 2010
Los columpios (por Fabio Morábito)
Los columpios no son noticia,
son simples como un hueso
o como un horizonte,
funcionan con un cuerpo
y su manutención estriba
en una mano de pintura
cada tanto,
cada generación los pinta
de un color distinto
(para realzar su infancia)
pero los deja como son,
no se investigan nuevas formas
de columpios,
no hay competencias de columpios,
no se dan clases de columpio,
nadie roba los columpios,
la radio no transmite rechinidos
de columpios,
cada generación los pinta
de un color distinto
para acordarse de ellos,
ellos que inician a los niños
en los paréntesis,
en la melancolía,
en la inutilidad de los esfuerzos
para ser distintos,
donde los niños queman
sus reservas de imposible,
sus últimas metamorfosis,
hasta que un día, sin una gota
de humedad, se bajan
del columpio
hacia sí mismos,
hacia su nombre propio
y verdadero, hacia
su muerte todavía lejana.
son simples como un hueso
o como un horizonte,
funcionan con un cuerpo
y su manutención estriba
en una mano de pintura
cada tanto,
cada generación los pinta
de un color distinto
(para realzar su infancia)
pero los deja como son,
no se investigan nuevas formas
de columpios,
no hay competencias de columpios,
no se dan clases de columpio,
nadie roba los columpios,
la radio no transmite rechinidos
de columpios,
cada generación los pinta
de un color distinto
para acordarse de ellos,
ellos que inician a los niños
en los paréntesis,
en la melancolía,
en la inutilidad de los esfuerzos
para ser distintos,
donde los niños queman
sus reservas de imposible,
sus últimas metamorfosis,
hasta que un día, sin una gota
de humedad, se bajan
del columpio
hacia sí mismos,
hacia su nombre propio
y verdadero, hacia
su muerte todavía lejana.
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9 comentarios:
Una rama fuerte y alta,
una cuerda y una tabla,
los columpios son mejores
si en la rama hay muchas flores.
Y más a gusto se mece
si abajo la hierba crece.
Mece y mece, yo me voy
el cabello al viento en flor.
Mece el viento, mece y mece,
sombra y luz sobre la frente.
Meciéndome estoy sentado,
cielo arriba, cielo abajo.
Con las piernas encogidas,
cielo abajo, verde arriba,
con las piernas estiradas
llevo toda la mañana.
Cielo arriba, verde abajo,
mis zapatos van colgando.
meciendo, me estoy meciendo
y la rama floreciendo.
Soñando que estoy soñando
y la rama verdeando.
cielo arriba, verde abajo
y mil flores por todo el campo.
(de Gilda y Valentín Rincón)
Más vale pan con amor que gallina con dolor.
A menudo antes de rebotar hay que tocar fondo.
Tan solamente a la tierra
le cuento lo que me pasa
porque no encuentro en el mundo
persona de mi confianza.
Creció en jerarquía, creció en tontería.
Si el presente juzga al pasado, perderá el futuro.
(NELSON MANDELA)
Resultó ser
la Tierra Prometida
otro desierto.
(RAFAEL BALDAYA)
En plena luna de miel
mi prima Lola enviudó:
¡Vaya una mujer con suerte:
sólo lo bueno probó!
Y mirábamos y mirábamos la mirada perdida de nuestra criatura.
(BISHOP)
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