miércoles, 30 de marzo de 2011
La oscuridad de un orden (por Wallace Stevens)
Luz, primera luz de la noche, como en un cuarto
en el que descansamos y, casi por nada, pensamos
que el mundo imaginado es un bien esencial.
Ésta es, pues, la más intensa cita.
Es en esta idea en la que nos recogemos,
fuera de todas las indiferencias, en una sola cosa:
Dentro de una sola cosa, un solo manto
que nos abriga bien, porque somos pobres, un calor,
una luz, un poder, el milagroso influjo.
Ahora, aquí, nos olvidamos el uno al otro y de nosotros.
Sentimos la oscuridad de un orden, una totalidad,
un conocimiento, lo que la cita compuso.
Dentro de su vital circunscripción, en la mente
decimos: Dios y la imaginación son uno.
La vela más alta, que elevada ilumina lo oscuro…
Y fuera de esta luz, de esta mente central,
hacemos nuestra casa en el aire de la noche,
donde estar los dos juntos es lo que basta.
en el que descansamos y, casi por nada, pensamos
que el mundo imaginado es un bien esencial.
Ésta es, pues, la más intensa cita.
Es en esta idea en la que nos recogemos,
fuera de todas las indiferencias, en una sola cosa:
Dentro de una sola cosa, un solo manto
que nos abriga bien, porque somos pobres, un calor,
una luz, un poder, el milagroso influjo.
Ahora, aquí, nos olvidamos el uno al otro y de nosotros.
Sentimos la oscuridad de un orden, una totalidad,
un conocimiento, lo que la cita compuso.
Dentro de su vital circunscripción, en la mente
decimos: Dios y la imaginación son uno.
La vela más alta, que elevada ilumina lo oscuro…
Y fuera de esta luz, de esta mente central,
hacemos nuestra casa en el aire de la noche,
donde estar los dos juntos es lo que basta.
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2 comentarios:
Desde que muere tu madre, la muerte es tu hermana.
(ENRIQUE GARCÍA MÁIQUEZ)
Aunque nos resistamos, no podemos evitar, cuando alguien muere, dejarlo atrás para siempre.
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