jueves, 7 de febrero de 2013
Curriculum vitae (por Justo Navarro)
Acabé los estudios con facilidad y honor.
Empecé a trabajar sin la mediación de mi padre.
Fui a Londres y volví. Encontré a mi padre
más callado que nunca, más
enmudecido y más mutante,
avergonzado
de envejecer, de haber envejecido.
Esperaba en la puerta
del Hotel Alhambra: le había
caído encima una sombra, igual que cambia
la luz de un día espléndido por un
movimiento invisible de una nube
casi invisible, aunque la nube
desaparece y vuelve el esplendor, y la sombra
de encima de mi padre no se iba.
-No queda en ti nada de ti -me dijo.
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6 comentarios:
Alábate, cesto, que venderte quiero.
¿A dónde vas tan deprisa
sin desirme ni ¡con Dió!?
Me puedes mirá de frente,
que estoy enterao de tó.
Me lo contaron ayer
las lenguas de doble filo,
que te casaste hase un mé
y me quedé tan tranquilo.
Otro cualquiera en mi caso,
se hubiera echao a llorá,
yo, crusándome de brasos
dije que me daba iguá.
Y ná de pegarme un tiro
ni liarme a mardisiones
ni apedrear con suspiros
los vidrios de tus barcones.
¿Que te has casao? ¡Buena suerte!
Vive sien años contenta
y a la hora de la muerte,
Dios no te lo tenga en cuenta.
Que si al pie de los altares
mi nombre se te borró,
por la gloria de mi mare
que no te guardo rencor.
Porque sin sé tu marío,
ni tu novio, ni tu amante,
yo fui quien más te ha querío.
Con eso tengo bastante.
El mal remero echa la culpa a los remos.
(proverbio sueco)
La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.
(CICERÓN)
Una de dos: morir es desaparecer para siempre, o bien es aparecer en cualquier otra parte sin la conciencia de haber desaparecido.
(SANTIAGO GIL)
Por mucho que saltes, no dejarás atrás tu sombra.
(proverbio sirio)
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