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lunes, 4 de febrero de 2013

Hacia la puerta que nunca abrimos (por T. S. Eliot)

Tiempo presente y tiempo pasado
están ambos quizá presentes en el tiempo futuro,
y el tiempo futuro contenido en el tiempo pasado.
Si todo tiempo es eternamente presente,
todo tiempo es irredimible.
Lo que podía haber sido es una abstracción
y permanece como posibilidad perpetua
sólo en un mundo de especulación.
Lo que podía haber sido y lo que ha sido
apuntan a un fin, que es siempre presente.
Las pisadas resuenan en la memoria
bajando el pasillo que no tomamos
hacia la puerta que nunca abrimos
a la rosaleda. Mis palabras resuenan
así en tu mente,
pero con qué propósito,
removiendo el polvo en un cuenco de pétalos de rosa.
No lo sé.
Otros ecos
habitan el jardín. ¿Los seguimos?
Rápido, dijo el pájaro, encuéntralos, encuéntralos,
al doblar la esquina. Por la primera puerta,
entrando en nuestro primer mundo, ¿Seguimos
el engaño del tordo? En nuestro primer mundo.
Ahí estaban, solemnes, invisibles,
moviéndose sin presión, sobre las hojas muertas,
en el calor del otoño, a través del aire vibrante,
y el pájaro llamó, en respuesta a
la música no oída oculta en los arbustos,
y la mirada no vista lanzada, pues las rosas
tenían el aspecto de flores que son miradas.
Ahí estaban como nuestros invitados, aceptados y aceptando.
Así que avanzamos, y ellos, en formación,
por el paseo vacío, hacia el círculo de boj,
para mirar dentro del estanque drenado.
Seco el estanque, hormigón seco, de borde ocre,
y el estanque se llenó con agua de luz solar,
y el loto se elevó, quietamente, quietamente,
la superficie brilló desde el corazón de la luz,
y estaban tras nosotros, reflejados en el estanque.
Entonces pasó una nube, y el estanque estaba vacío.
Marchaos, dijo el pájaro, pues el estanque estaba lleno de niños,
escondidos, nerviosos, conteniendo la risa.
Id, id, id, dijo el pájaro, la especie humana
no puede soportar mucha realidad.
Tiempo pasado y tiempo futuro,
lo que podía haber sido y lo que ha sido
apuntan a un fin, que es siempre presente.

8 comentarios:

Agridulce dijo...

Las pisadas resuenan en la memoria
bajando el pasillo que no tomamos
hacia la puerta que nunca abrimos.

¡¡¡¡¡Esto me lo guardo!!!!!

C dijo...

Resulta trepidante , no lo conocia pero me gusta , tiene ritmo .

Círculo Cultural FARONI dijo...

La unión simbiótica tiene su patrón biológico en la relación entre la madre embarazada y el feto. Son dos y, sin embargo, uno solo. Viven juntos (sym-biosis), se necesitan mutuamente.

(FROMM)

RAMÓN y sus greguerías dijo...


El niño grita: "¡No vale!"... "¡Dos contra uno!", y no sabe que toda la vida es eso: dos contra uno.

TóTUM REVOLúTUM dijo...

Hay más respuestas en el universo que preguntas en las mentes de los hombres.

Aldonza Lorenzo dijo...


Que por arriba, que por abajo, siempre tienen un "pero" las sopas de ajo.

hAiKu dijo...

Qué hermoso el canto
de los faisanes, aunque
coman serpientes.

(BASHO)

hAiKu dijo...


Cae y cae el rocío;
¿qué tal si yo lo usara
para limpiar el mundo?


[El rocío, como lluvia mansa, cae
goteando. Su pureza es notoria e
incontestable.
El poeta quiere probar a hacer lo
que no se logra por otros medios:
limpiar mediante el rocío este
mundo flotante nuestro, para purificarlo
de su consabido carácter ligero y
voluble. Es dudoso si lo conseguiría
por tal medio, pero es cierto que lo va
consiguiendo, y mucho, con su haiku.]


¡Público del mercado!
Os vendo este sombrero
con nieve encima.


[Aun cuando Bashō lograra vender
su sombrero coronado de nieve,
no iba a cosechar mucho dinero.
Pero más que un pregón de venta,
lo que lanza Bashō es una proclama
del valor añadido que ahora tiene
su sombrero: se trata de una prenda
que ha peregrinado con él bajo la
nevada, y así es un recuerdo tan vivo
como efímero, como lamisma nieve.]


Tras oír que come serpientes,
¡qué tremendo escuchar
el canto del faisán!


[Las serpientes son animales que
indudablemente cargan con un
estigma de rechazo en muchas
culturas. Así ocurre en el
entorno de Bashō, quien
delicadamente nos comunica
su impresión.]