Crucé las líneas que no traspasaría.
He sido aquello que antes abominé.
Poco a poco he abjurado de lo que idolatraba.
Me he convertido a fes que anteayer perseguí.
(Caí de tantos caballos…)
Sólidas convicciones más tarde fueron líquidas.
(Quizá era gente que aguardaba su turno.
Quizá esperaban que los fueras tú llamando.)
-Di, vientotiempo:
¿qué más harás de mí
en tu remolino?
¿En qué otros estaré?; ¿todavía en quiénes más?
Di, tiempoviento:
¿en qué desconocidos proyectas convertirme?,
¿cuántos otros yo-mismos me tienes preparados?
8 comentarios:
Cambia lo superficial
cambia también lo profundo
y así como cambio yo
cambia todo en este mundo
Pues yo debo de ser un bicho raro: no me he apeado de mis convicciones desde que era mocito juncal (con hebra de romero en el ojal, pañuelito en el bolsillo de arriba de la americana perfumaíto de espliego, un librillo en la talega y un preservativo en la cartera). Amar, leer, sentir, sufrir, aprender, aprehender, maldecir y disputar. Hoy han pasado bastantes años desde que la conjunción de los astros determinó mi sesgo, que yo fuera así y..., y que no me apeo de la mula, que no hay destello que me tire de la silla, ni viento que me haga fruncir el entrecejo, ni siroco que me colmate los orificios nasales de arena y que con ello me prive del olfato.
Será porque uno habrá elegido la trocha ideal desde un principio. Será.
Salud, cuates.
Bostezas, roncas,
tiemblas, bebes, te rascas:
animaleas.
(RAFAEL BALDAYA)
¿Por qué cambiamos? En la novela "Sostiene Pereira" Antonio Tabucchi dice lo siguiente:
“La personalidad es como una confederación de varias almas.
Lo que llamamos nuestro ser o la normalidad depende del control de un yo hegemónico que se ha impuesto en la confederación de nuestras almas; en el caso de que surja otro yo, más fuerte y más potente, este yo destrona al yo hegemónico y ocupa su lugar, pasando a dirigir la cohorte de las almas, mejor dicho, la confederación, y su predominio se mantiene hasta que es destronado a su vez por otro yo hegemónico, sea por un ataque directo, sea por una paciente erosión".
Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.
(CLARKE)
Calle arriba me da pena,
calle abajo calentura,
y en llegando a la taberna
todos mis males se curan.
Priorizamos lo accesorio y postergamos lo principal.
Habla bien de la guerra quien no fue a ella.
(proverbio tártaro)
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