Campean por el parque
como viento en el viento los chiquillos.
Se ve que aún no le pesan
esas almas al mundo, y son sus pies
como cintas de luz
sobre las aguas trémulas de hierba.
Estos niños, jugando y entregándose
por entero a lo cierto, me han ganado.
¿No son mías sus alas,
no soy yo la mañana de ojos limpios?
3 comentarios:
Después de que cumplí seis años, ya nada realmente asombroso me pasó en la vida.
(GARCÍA MÁRQUEZ)
Parando el reloj no evitarás que se haga denoche.
Sin ser sembradas,
como plantas silvestres
crecen las coplas.
(BENJAMÍN GONZÁLEZ ALONSO)
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