sábado, 19 de diciembre de 2015
Enfrentar un muro (por Czeslaw Milosz)
Ojalá por fin pudiera decir qué está en mí.
Gritar: gente, les mentí
diciendo que eso no estaba en mí,
cuando eso está ahí siempre, días y noches.
Aunque gracias a eso supe describir sus ciudades inflamables,
sus cortos amores y juegos desmembrándose en humus,
aretes, espejos, el deslizar de un tirante,
escenas de alcoba y de campos de batalla.
Escribir fue para mí estrategia de protección,
de borrar las huellas. Porque a la gente no puede gustarle
aquél que alcanza lo prohibido.
Llamo en mi ayuda a los ríos en los que nadé, lagos
con puentecillos entre cedazos, valles
en cuyo eco la canción duplica la luz del anochecer,
y confieso que mis extáticos halagos a la existencia
sólo pudieron ser entrenamientos de alto estilo,
Pero abajo estaba eso, que no me atrevo nombrar.
Eso se parece al pensamiento de alguien sin hogar, cuando
atraviesa la ciudad ajena, congelada.
Se asemeja al momento cuando un judío cercado ve aproximarse
los pesados cascos de los gendarmes alemanes.
Eso es cuando el hijo del rey se dirige a la ciudad y ve el mundo
real: pobreza, enfermedad, vejez y muerte.
Eso puede ser comparado con el inmóvil rostro de alguien
que entendió que fue abandonado para siempre.
O con las palabras del médico sobre la sentencia inevitable.
Porque eso significa enfrentar un muro de piedra
y entender que ese muro no cederá ante ninguna de nuestras súplicas.
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6 comentarios:
NOTICIÓN NOTICIÓN. Susana Benet reúne todos sus haikus en un solo libro. "La enredadera", ed. Susana Benet. Aquí podéis leer la crítica del García Martín:
http://crisisdepapel.blogspot.com.es/2015/12/susana-benet-minimas-maravillas.html
Más vale pan con amor que gallina con dolor.
Cesó la lluvia
pero sigue cayendo
desde los árboles.
(RAFAEL BALDAYA)
Si el abad juega a los naipes, ¿qué no harán los frailes?
Codicia y usura, no tienen hartura.
El realismo es un delirio, la pretensión loca de forzar la realidad a ser sobria, comprensible y clara. La realidad, sin embargo, es lo menos comprensible y claro que existe. La realidad no tiene nada de práctico ni de sobrio.
(PESSOA)
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