La oscuridad se extendió por toda la tierra
de un color violeta oscuro — yo
estaba sentado bajo un árbol — cuyas hojas
empezaban a amarillear— Ella había estado sentada
a mi lado — Había apoyado su cabeza sobre
la mía — su melena rojo sangre se había enrollado
sobre mí — se había enredado a mi alrededor
como serpientes rojo sangre — cuyos hilos más finos
se habían enmarañado en mi corazón —
luego se levantó — no sé
por qué — lentamente se alejó en dirección
al mar— alejándose cada vez más — entonces —
pasó lo extraño — sentí como si hubiera hilos invisibles
entre nosotros — sentí como si algunos de los hilos
invisibles de su pelo todavía
me rodearan — e incluso cuando desapareció
definitivamente por encima del mar — todavía sentía
dolor allí donde me sangraba
el corazón — porque los hilos
no podían cortarse
6 comentarios:
Desconocía que Edvard Munch además de pintor fuese poeta y grabador, quizá a ojos profanos, toda su obra quedara eclipsada por " El grito "
El Grito es también un poema, aunque con forma de cuadro.
Las pinturas negras de la "quinta del sordo" de Goya también son poemas visuales.
Un saludo
En 2003, el profesor de historia del arte Juan José Junquera puso en duda, en un artículo de la revista Descubrir el Arte, número 51, la autoría de Goya sobre las Pinturas negras. Afirmaba que la primera noticia de las Pinturas negras es de 40 años después de su muerte. Además interpretaba que la casa de la Quinta del Sordo tenía solamente una planta baja, cuando el pintor vivía en ella. Según Junquera, las Pinturas negras habrían sido obra de Javier Goya, hijo del maestro y posible pintor de profesión (del que no se conoce ninguna pintura).
Esta hipótesis no se ha confirmado. Las teorías del profesor Junquera fueron completamente rebatidas en 2004, punto por punto, por el investigador británico Nigel Glendinning, uno de los más reconocidos especialistas en la obra de Goya.
Las grandes almas tienen voluntades; las almas débiles tienen deseos.
(proverbio chino)
Hay que tomar notas, hay que subrayar, hay que luchar contra el texto, escribiendo al margen: “¡Qué estupideces! ¡Vaya ideas!”. No hay nada tan fascinante como las notas marginales de los grandes escritores. Es un diálogo vivo. Erasmo dijo: “El que no tiene libros destrozados es que no los ha leído”.
(STEINER)
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