martes, 5 de enero de 2016
Frágil misión (por Joan Margarit)
Una farola rota y apagada.
Su cometido no es iluminar la acera,
sino ser ese poste
de hierro puesto en pie en la oscuridad.
En la calle, quemado, hay un contenedor
negruzco, roto, corrompido el plástico.
Él mismo es, también,
retorcido y volcado, un desperdicio.
Nuestra hija es la angustia por el paso del tiempo
que, despacio, va helándonos la vida.
Ahora su objetivo no es amar
ni ser amada, sino ser el polvo
de una materia gris y sin sentido.
Todo pierde su frágil misión.
Y, mira, amor, nada me importa el nombre
que acabemos por darle a todo esto:
de ahí es de donde viene nuestra fuerza.
Esta parte de mí que te es desconocida,
la del dolor desordenado y frío,
la que más te repugna,
es la que ha estado siempre junto a ti,
la que, sin condiciones, más te ha amado.
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4 comentarios:
Toma tu comida como si fuera tu medicina...
o tendrás que tomar tu medicina como si fuera tu comida.
No hay reglas, no.
Y si las hay, no quieren
ser descubiertas.
(RAFAEL BALDAYA)
La muerte no es tanto la extinción de todo lo que nos constituye como la mera pérdida de su principio unificador, que es la individualidad.
(BENÍTEZ ARIZA)
La memoria tiene salas inmensas,
cuartos llenos de espejos,
polvo inaccesible. Pero, en cambio,
este instante es intermitente
como una imagen rota.
(PELLEGATTA)
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