domingo, 31 de julio de 2016
Cielo (por Claudio Rodríguez)
Ahora necesito más que nunca
mirar al cielo. Ya sin fe y sin nadie,
tras este seco mediodía, alzo
los ojos. Y es la misma verdad de antes,
aunque el testigo sea distinto. Riesgos
de una aventura sin leyendas ni ángeles,
ni siquiera ese azul que hay en mi patria.
Vale dinero respirar el aire,
alzar los ojos, ver sin recompensa,
aceptar una gracia que no cabe
en los sentidos pero les daba nueva
salud, los aligera y puebla. Vale
por mi amor este don, esta hermosura
que no merezco ni merece nadie.
Hoy necesito el cielo más que nunca.
No que me salve, sí que me acompañe.
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5 comentarios:
El cielo de día es un efecto óptico de la luz. El verdadero cielo es el nocturno: un sinfín de estrellas, un enjambre del que si acaso somos una abejita.
Como siempre que leo a Claudio Rodríguez, tengo la sensación de que sus poemas ayudan a mirar el mundo. El cielo nos acompaña como algo muy íntimo, y el azul es el de cada uno...Saludos cordiales
La vaca que más muge no es la que da más leche.
(proverbio de Liechtenstein)
Se cambia de opinión por autoconvencimiento. Rara vez porque alguien nos convenza.
En todos los canales dan televisión.
(MAFALDA / QUINO)
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