El alma es una región sin fronteras definidas:
no es seguro que una pradera
pueda abarcarla
o que una cordillera pueda contenerla:
flota por sí misma como la masa continental,
que cuanta más altura alcanza
más profundamente extiende sus cimientos
(de modo proporcional):
no todo se da de la misma manera: hay ramificaciones:
sistemas fluviales como sombras de árboles invernales
contra las colinas: ramas, paseos, altos lagos:
pantanos plagados de lirios:
su clima es variable: inundaciones
destruyen su interior, alteran
la distribución del peso, la naturaleza del contenido;
por él se desplazan los remolinos
o giran quietos como formas aisladas: viene la luna:
hay espacios muertos: ciénagas surgidas
de sí mismas, un crecimiento hacia la destrucción
del crecimiento,
cambio de papeles,
el álamo y el roble invadidos por la turba: piedras
semipreciosas y preciosos metales de la ciénaga al pantano:
es un área de equilibrio, en verdad, estabilizada,
oscura agua salvaje, feroces anguilas, contracorrientes:
un habitat, la ecología y las formas
se necesitan mutuamente
tolerante, no del todo autodestructivas: una corteza a flote:
escoria, espuma de lo profundo y naturaleza diversa:
pero también más profundas que lo profundo: torbellino y vacío:
puede ser esférico, luz y conocimiento apenas
iris y pupila abriendose
a los oscuros métodos de la vista: vaivén,
rupturas y cicatrices,
remolinos y quietud: viene la luna: terreno.
4 comentarios:
"Sostiene Pereira" que el alma es una confederación de.
La mejor novela de Tabucchi, sin duda.
…creer que somos «uno» que tiene existencia por sí mismo, desligado de la inconmensurable pluralidad de los propios yoes, representa una ilusión, por lo demás ingenua, de la tradición cristiana de un alma única; el doctor Ribot y el doctor Janet ven la personalidad como una confederación de varias almas, porque nosotros tenemos varias almas dentro de nosotros, ¿comprende?, una confederación que se pone bajo el control de un yo hegemónico… Lo que llamamos la norma, o nuestro ser, o la normalidad, es sólo un resultado, no una premisa, y depende del control de un yo hegemónico que se ha impuesto en la confederación de nuestras almas; en el caso de que surja otro yo, más fuerte y más potente, este yo destrona al yo hegemónico y ocupa su lugar, pasando a dirigir la cohorte de las almas, mejor dicho, la confederación, y su predominio se mantiene hasta que es destronado a su vez por otro yo hegemónico, sea por un ataque directo, sea por una paciente erosión. Tal vez… tras una paciente erosión haya un yo hegemónico que esté ocupando el liderazgo de la confederación de sus almas, señor Pereira, y usted no puede hacer nada, tan sólo puede, eventualmente, apoyarlo.
("SOSTIENE PEREIRA")
Pulmones, hígado,
intestinos, vesícula...
¡Cuánto relleno!
(RAFAEL BALDAYA)
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