martes, 20 de septiembre de 2016
Yin y yang (por Kenneth Rexroth)
Es primavera otra vez en la Cadena Costera
cálida y perfumada bajo la luna de Pascua.
Las flores están de nuevo en su lugar.
Los pájaros, de nuevo en sus árboles.
Las estrellas de invierno se ponen en el océano.
Las estrellas de verano salen de las montañas.
El aire está lleno de átomos de mercurio.
La resurrección envuelve la tierra.
Geométricos, ardientes, inmortales,
animales y hombres marchan por el cielo
al ritmo de su ceremonia secreta.
El León entrega la luna a la Virgen.
Ella se para en el cruce del cielo
con la luna llena en la mano derecha
y una espiga de trigo que destella en la izquierda.
El clímax del ritual del renacimiento
ascendió del inframundo
y es proclamado en la luz del cénit.
En el inframundo el sol nada
entre dos peces llamados Sí y No.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Sin camión-grúa
ni hormigonera alzan
el acueducto.
(CUQUI COVALEDA)
Estoy tan hecho a la pena
que en no penando
parece que me faltase
lo necesario.
Dudas andantes.
Marchamos sin por qué
ni para qué.
(RAPHAEL BALDAYA)
Quien quiera la coliflor, quiera las ojas de alrededor.
...las Hojas (con H) de alrededor.
Súbito vino un viento como un clarín;
un estremecimiento corrió sobre la hierba,
y un verde escalofrío sobre el calor
pasó tan ominoso
que atrancamos las ventanas y las puertas
como ante un fantasma esmeralda;
la eléctrica alpargata de la catástrofe
en aquel instante pasaba.
Extraño tumulto de convulsos árboles
y de vallas volando
y ríos con casas corriendo
vieron los vivos aquel día.
En la torre la campana enloquecida
con lo que de pronto volaba
hacía remolinos.
¡Cuánto puede venir,
cuánto puede pasar,
pero seguir el mundo!
(Emily Dickinson)
Publicar un comentario