en un vagón al amanecer.
Una herida rosa roja en la oscuridad.
Y de pronto una liebre atravesó la carretera.
Uno de nosotros la señaló con la mano.
Eso fue hace tiempo. Hoy ninguno de ellos está vivo,
Ni la liebre, ni el hombre que hizo el ademán.
Oh, amor mío, ¿dónde están ellos, a dónde han ido?
El destello de una mano, la línea de un movimiento,
el susurro de los guijarros.
Pregunto no con tristeza, sino con asombro.
4 comentarios:
Todo vino y se fue, pero aún perduran los días en los que amaste y fuiste amada.
Aunque volviera ahora a aquella playa, no volvería a aquella playa.
(PESSOA)
Antes se llega a la celebridad con talento y escándalo que con talento solo. Y aun suple a veces al talento el escándalo.
(PARDO BAZÁN)
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