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viernes, 7 de julio de 2017

Zapatos (por Felicitas Casillo)


Para trabajar en el jardín
me calzo unos gruesos zapatos de montaña
que fueron de papá.
Después volveré a las pantallas que nos absorben.
Pero mis pasos sonarán con su andar regio,
sobre la tierra y las hojas,
bajo un sol que nace de lo alto.



7 comentarios:

batiBURRILLO dijo...


Los dioses han muerto, pero no del todo si existe la poesía.

(IDA VITALE)

Anónimo dijo...

Todavía me pongo, en ocasiones especiales y en homenaje a él, las corbatas de mi padre.

Agridulce dijo...

Un padre es siempre un padre. Y cuando digo "siempre" quiero decir también después de muerto. Aunque muera el padre, para sus hijos un padre seguirá siendo un padre.

casa de citas dijo...

Los perros y los ángeles no están muy lejos.

(BUKOWSKI)

tERESA pANZA dijo...

Quien buen ajo planta, buen ajo arranca.

Fuego de palabras dijo...

El yo se olvida de sí mismo:
como un perro frenético
que ladrara a su imagen
repetida en un templo de vidrio;

como un león hambriento que saltara,
confundiendo el reflejo con la presa,
hacia el agua de un pozo;

como fractura el colmillo
un elefante en celo
contra el cristal pulido de una roca.

(KABIR)

Lloviendo amares dijo...

Acompáñenme a entrar en el paréntesis
que alguien abrió cuando parió mi madre
y permanece aún en los otroras
y en los ahoras y en los puede ser
lo llaman vida si no tiene herrumbre
yo manejo el deseo con mis riendas
mientras trato de construir un río
en sus nubes los pájaros se esconden
no es posible viajar bajo sus alas
lo mejor es abrir el corazón
y llenar el paréntesis con sueños
los pájaros escapan como amores
y como amores vuelven a encontrarnos
son sencillos como las soledades
y repetidos como los insomnios
busco mis cómplices en la frontera
que media entre tu piel y mi pellejo
me oriento hacia el amor sin heroísmo
sin esperanzas pero con memoria
por ahora el paréntesis prosigue
abierto y taciturno como un túnel.


MARIO BENEDETTI