Mi perro y yo miramos las estrellas
y somos casi hermanos.
Yo soy el que más sabe de los dos, las estrellas
no notarán la diferencia.
Desde esta posición
quien pretende saber
es como aquel que salta
y por ello se cree cerca del cielo.
Mi perro y yo miramos las estrellas,
ninguno de los dos
llegará más allá de sus narices.
No obstante, qué bueno bajo el rocío,
contemplar las estrellas es tan bello
y simple, que mi perro y yo, hermanados,
sabiendo casi nada
lo comprendemos todo.
6 comentarios:
Desde la estrella
la Tierra es casi casi
inexistente.
A nivel global y cósmico todos los terrícolas, humanos o no, somos igual de ignorantes. Tan ignorantes que ni siquiera sabemos cuánto ignoramos.
Yo no sé qué hacen mis gatos
cuando llego a casa
cargado de tristeza,
Kobe la asusta, Broma
la araña, Lorca la muerde,
y al cabo de unos minutos
debo decirles, a ver,
¿dónde está mi tristeza?
¿dónde la habéis escondido?
¿qué habéis hecho con ella?
(NEORRABIOS@)
El concepto de texto definitivo es propio de la religión o de la fatiga.
(BORGES)
un sólo perro
caminando las calientes veredas
del verano
aparenta poseer los atributos
de diez mil dioses
por qué?
(BUKOWSKI)
Por muy alto que vuele un artista, dejará ver que tiene patas.
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