sábado, 30 de abril de 2011
¿Es que a nadie le extraña? (por Vicente Gallego)
¿Es que a nadie le extraña
lo que sucede aquí?
Llegamos sin quererlo;
partimos sin querer;
sin consultar catálogo
cargamos con un cuerpo.
Ni la madre se elige,
ni lugar, ni ocasión;
y va de suyo
lo que llamamos alma,
cortada por qué mano a su capricho.
Curioso
de verdad
que el que así parte
compuesto y calibrado y en vereda
pretenda terminar por ser el dueño
de sí y de su camino.
Qué extraño ser un alguien
que afirma decidir pero no puede
sostener su fortuna
ni ahorrarse, entre las suyas,
una lágrima al menos.
Donde dije jamás
hoy digo mío;
tomadme la palabra
y he de daros disgusto;
cuando escuchéis mi siempre
sabed que nunca ha sido.
Nos vamos acusando de traición,
los traicioneros.
Mostradme la sustancia,
la voluntad del títere:
¿puede un hombre decir
quién será si mañana
lo prueban la codicia o los amores
como sólo ellos saben
probar lo que es un hombre?
lo que sucede aquí?
Llegamos sin quererlo;
partimos sin querer;
sin consultar catálogo
cargamos con un cuerpo.
Ni la madre se elige,
ni lugar, ni ocasión;
y va de suyo
lo que llamamos alma,
cortada por qué mano a su capricho.
Curioso
de verdad
que el que así parte
compuesto y calibrado y en vereda
pretenda terminar por ser el dueño
de sí y de su camino.
Qué extraño ser un alguien
que afirma decidir pero no puede
sostener su fortuna
ni ahorrarse, entre las suyas,
una lágrima al menos.
Donde dije jamás
hoy digo mío;
tomadme la palabra
y he de daros disgusto;
cuando escuchéis mi siempre
sabed que nunca ha sido.
Nos vamos acusando de traición,
los traicioneros.
Mostradme la sustancia,
la voluntad del títere:
¿puede un hombre decir
quién será si mañana
lo prueban la codicia o los amores
como sólo ellos saben
probar lo que es un hombre?
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7 comentarios:
Nadie sabe lo que sería capaz de hacer en una situción límite. Encerramos a los inmigrantes que vienen jugándose la vida en la patera o el cayuco, los deportamos de vuelta a su miseria, los tratamos como a escoria, peor que a animales. (Y han venido para dejarse explotar, para dejarse humillar trabajando como braceros o criadas...) ¿Qué haríamos cada uno de nosotros en una situación como la suya? Al menos ellos no roban, respetan nuestra sacrosanta propiedad, el desorden mundial, este caótico desorden que es "nuestro orden". Qué raro que no nos invadan, que no crucen en tropel la frontera y ocupen nuestro confortable espacio al grito de "yo también quiero". Yo, en su lugar, no sé si sería tan resignada y conformista.
Cargado de mis penas
voy por el mundo.
Menos mal que las penas
no me hacen bulto.
Vamos a la Luna a buscar lo que tenemos en el portal.
Con las mujeres me pasa
lo que no entenderé nunca:
pa novia me gustan todas
y pa casarme ninguna.
Al sur al sur
está quieta esperando
Montevideo.
(BENEDETTI)
Ni siquiera los dedos de la mano son iguales.
El mal remero echa la culpa a los remos.
(proverbio islandés)
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