viernes, 27 de mayo de 2011
De agua (por Princesa Inca)
Esta soledad de piel de cuchillo, donde se abren los ojos para mirar
y el alma ensancha su nombre para resucitarse.
Al filo de un cuerpo que no se reconoce y juega a morir
mientras silbando pasan los hombres, los trenes, los nombres.
Agarrada a la imagen muda e inmóvil
contando los días para volver al precipicio.
Los huesos entumecidos, los dedos huyen hacia el cuerpo apedreado
dejándose caer inertes y movedizos al suelo.
Nombrada la víspera del suicidio, ahogada de sangre ajena,
natural de una tierra de nadie, angosta, fría e inútil.
Un mordisco se apresura a realizarse en otra cara, un beso se juega la trayectoria de sí mismo, creándose en el vacío,
y, como una cura de sueño, morir inevitablemente, mojarse de amores divididos, crearse una calle para caminarla y desmayarse en sus esquinas
y porque el cuerpo deja ver morados de golpes en batallas invisibles,
y la boca se enoja de no comerse los labios,
y los labios se enojan de no comerse la boca,
así se sucede la vida en un universo distraído.
Los pájaros han muerto después de visitar la ventana de dos amantes malditos
y el agua ensombrece su discordia de río susurrando paraísos y rastros de sangre,
y porque ese amor nuestro estaba hecho de agua precisamente huyó al infinito,
precisamente por eso,
de agua, de agua, de agua, somos y seremos para siempre.
y el alma ensancha su nombre para resucitarse.
Al filo de un cuerpo que no se reconoce y juega a morir
mientras silbando pasan los hombres, los trenes, los nombres.
Agarrada a la imagen muda e inmóvil
contando los días para volver al precipicio.
Los huesos entumecidos, los dedos huyen hacia el cuerpo apedreado
dejándose caer inertes y movedizos al suelo.
Nombrada la víspera del suicidio, ahogada de sangre ajena,
natural de una tierra de nadie, angosta, fría e inútil.
Un mordisco se apresura a realizarse en otra cara, un beso se juega la trayectoria de sí mismo, creándose en el vacío,
y, como una cura de sueño, morir inevitablemente, mojarse de amores divididos, crearse una calle para caminarla y desmayarse en sus esquinas
y porque el cuerpo deja ver morados de golpes en batallas invisibles,
y la boca se enoja de no comerse los labios,
y los labios se enojan de no comerse la boca,
así se sucede la vida en un universo distraído.
Los pájaros han muerto después de visitar la ventana de dos amantes malditos
y el agua ensombrece su discordia de río susurrando paraísos y rastros de sangre,
y porque ese amor nuestro estaba hecho de agua precisamente huyó al infinito,
precisamente por eso,
de agua, de agua, de agua, somos y seremos para siempre.
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3 comentarios:
Refranes que no sean verdaderos
y febreros que no sean locos, hay muy pocos.
Ay pobre corazón mío:
Por más golpes que recibe
nunca se da por vencido.
Se rompió el hilo.
Cada vez más lejanos
cometa y niño.
(EMILIO GAVILANES)
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