miércoles, 21 de marzo de 2012
Sin ensayo (por Wislawa Szymborska)
Vida al instante.
Función sin ensayo.
Cuerpo sin prueba.
Cabeza sin reflexión.
Ignoro el papel que hago.
Sólo sé que es mío, no es intercambiable.
De qué va la obra,
debo adivinarlo sobre el escenario.
Malamente preparada para el honor de la vida,
soporto a duras penas el compás impuesto de la acción.
Improviso, aunque aborrezco la improvisación.
Tropiezo a cada paso con el desconocimiento de causa.
Mi modo de vivir huele a aldea.
Mis instintos son de aprendiz.
La vergüenza, al excusarme, tanto más me humilla.
Siento las circunstancias atenuantes como crueles.
Palabras y gestos irrevocables,
estrellas no contadas,
el carácter, como un abrigo abrochado, en marcha,
he aquí el penoso fruto de este apremio.
¡Si pudiera al menos ensayar primero un miércoles,
o al menos un jueves repetir una vez más!
¿Acaso está bien? –pregunto
(con voz ronca,
pues ni me han dejado aclararla tras los bastidores)-.
Es vano pensar que no es más que un examen somero
hecho en un sitio provisorio. No.
Me hallo entre los decorados y veo qué sólidos son.
Me choca la precisión de cualquier atrezzo.
El equipo giratorio funciona desde hace largo rato.
Las nebulosas más lejanas ya han sido encendidas.
Ah, no me cabe duda de que esto es el estreno.
Y lo que haga
se tornará siempre en lo que hice.
Función sin ensayo.
Cuerpo sin prueba.
Cabeza sin reflexión.
Ignoro el papel que hago.
Sólo sé que es mío, no es intercambiable.
De qué va la obra,
debo adivinarlo sobre el escenario.
Malamente preparada para el honor de la vida,
soporto a duras penas el compás impuesto de la acción.
Improviso, aunque aborrezco la improvisación.
Tropiezo a cada paso con el desconocimiento de causa.
Mi modo de vivir huele a aldea.
Mis instintos son de aprendiz.
La vergüenza, al excusarme, tanto más me humilla.
Siento las circunstancias atenuantes como crueles.
Palabras y gestos irrevocables,
estrellas no contadas,
el carácter, como un abrigo abrochado, en marcha,
he aquí el penoso fruto de este apremio.
¡Si pudiera al menos ensayar primero un miércoles,
o al menos un jueves repetir una vez más!
¿Acaso está bien? –pregunto
(con voz ronca,
pues ni me han dejado aclararla tras los bastidores)-.
Es vano pensar que no es más que un examen somero
hecho en un sitio provisorio. No.
Me hallo entre los decorados y veo qué sólidos son.
Me choca la precisión de cualquier atrezzo.
El equipo giratorio funciona desde hace largo rato.
Las nebulosas más lejanas ya han sido encendidas.
Ah, no me cabe duda de que esto es el estreno.
Y lo que haga
se tornará siempre en lo que hice.
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11 comentarios:
Wislawa ya no está en el escenario, pero sus palabras siguen con nosotros.
Vivimos la vida como si fuera el ensayo, cuando lo cierto es que es la obra definitiva: la única obra (no habrá más representaciones).
Por eso hago una cada día, A. Wrote.
Somos lo que podemos no lo que queremos , todos somos presos de nuestro carácter, lo bueno seria no amargarse con ninguna obra, pero quien iba a escribir grandes poemas sin estar irritado/a ? nadie .
Volveré
Para cada enfermedad crece una planta.
(PARACELSO)
Tienes unos ojos, niña,
como piedras de molino,
que muelen los corazones
como granitos de trigo.
La conciencia es la voz del alma.
Las pasiones son la voz del cuerpo.
(SHAKESPEARE)
El necio elogia al necio.
(proverbio ucraniano)
Complicar es más fácil que simplificar.
Se puede ser partidario de la electricidad, pero contrario a la silla eléctrica.
(SAVATER)
Generalmente es más fácil abrazar una creencia, una ideología o una convicción que liberarse de ellas.
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