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viernes, 30 de agosto de 2013

Hecha de risa y de entresijos (por Sánchez Santiago)



Miro tu boca tajante y llena de semillas. 

No da palabras célebres. 
No invoca. 
No espera en sus ángulos húmedos
esos negocios crujientes de los hombres.
Y sin embargo
un curso de agua ciega no apagaría su luz, 

hecha de risa y de entresijos.
Pido
que me caliente en el invierno su lengua, 

por donde pasan piedras blancas 
y peces resbaladizos 
y frutos sin ánimo
hasta que tú los nombras.



7 comentarios:

mailconraul dijo...

Sensualidad y mística desposeída de su silencio.

ORáKULO dijo...

No debe aspirar a gobernar nada aquél que no logra gobernarse a sí mismo.

Cide Hamete Benengeli dijo...

Cada vez que considero
que me tengo que morir,
tiro una manta en el suelo
y me jarto de dormir.

hAiKu dijo...


Gotas de lluvia
golpeando la cabaña.
Yo dentro solo.

(LEÓN MOLINA)

Anónimo dijo...

Qué grande es León Molina !!!!!

Ignatius Reilly dijo...

Lo que no tiene límites no existe.

(PESSOA)

TóTUM REVOLùTUM dijo...


La gente está exhausta, infeliz y frustrada, la gente es
amarga y vengativa, la gente está engañada y temerosa,
la gente es iracunda y mediocre
y yo conduzco entre ellos en la autopista y ellos
proyectan lo que les han dejado de sí mismos
en su manera de conducir.
Algunos más odiosos, algunos más disimulados
que otros.
A algunos no les gusta que los adelanten, e intentan
evitar que otros lo hagan.
Algunos intentan bloquear los cambios de carril.
Algunos odian los coches más nuevos, más caros.
Otros en esos coches odian los coches más viejos.

La autopista es un circo de emociones
chiquitas y baratas, es
la humanidad en movimiento, la mayoría
viniendo de un lugar que
odia
y yendo a otro lugar que odia todavía
más.
Las autopistas nos enseñan en qué
nos hemos convertido y
muchos de los choques y muertes son la colisión
entre seres incompletos, entre vidas penosas
y dementes.

Cuando conduzco por las autopistas veo el alma de
mi ciudad y es fea, fea, fea: los vivos han
estrangulado
su corazón.

(BUKOWSKI)