Por supuesto, todo está en colocarme
fuera del alcance normal
de las llamadas estadísticas. Matan a cien
en los barrios periféricos. Bien, bien, yo continúo.
Mientras que el gran "Yo" se mantenga sobre esta
recia cama que más parece un coche fúnebre,
en un cuarto de hotel con papel de flores en las paredes
que termina en guirnaldas, puedo pasar por alto
la presión de esos nombres bajo mis dedos
duros y negros mientras rozo el papel;
gime la radio al fondo de la sala.
Pero ¿y si una bomba sumergiera el hocico
a través de esta cama en la que estoy?
El pensamiento es obsceno. Con ello y todo hay muchos
para quienes mi muerte sería tan sólo un nombre;
una cifra en una columna. Lo esencial es que todos
los "Yo" permanezcamos aparte,
guardados bajo flores, y que no sufra nadie
por su vecino. Entonces el horror se pospone
para cada uno solo hasta que llega a él
y lo arrastra hacia esa pena no comunicable
que es misterio total o nada.
7 comentarios:
Difícil es mirar de frente a la propia muerte. Quizá incluso cuando nos roza.
Una escritura relevante sólo es posible cuando se vive la verdad de lo que se está escribiendo.
(ORWELL)
A la guerra fui con brazos
y sin brazos vuelvo, madre.
Lo que más siento en el mundo
es no poder abrazarte.
El sirimiri:
tan solo cuatro gotas
(sobre las íes).
(RIVERO TARAVILLO)
En los ojos del joven arde la llama. En los del viejo brilla la luz.
(HUGO)
Todo es diferente de nosotros, y por eso es que todo existe.
(PESSOA)
Ya habrá tiempo para estar tristes. Años para estar tristes. Y toda la muerte, que es tan larga. Ahora no. No tenemos derecho.
(GALEANO)
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