lunes, 30 de noviembre de 2015
Sectores defectuosos (por Theodore Roethke)
La dilatada ruta de salida del yo
tiene muchos rodeos, sectores defectuosos aún sin asfaltar,
donde el auto resbala por el ripio,
y las ruedas de atrás quedan casi colgando en el vacío,
ante el desvío súbito que obliga a hacer la curva.
Mejor estar atento, precaverse de piedras y derrumbes.
El arroyo que corre en medio de la ruta, las lomas
carcomidas por el viento, las quebradas,
los torrentes crecidos en verano por las riadas
que bajan hacia el angosto valle.
Los juncos aplastados por el viento y la lluvia,
que el largo invierno agrisa, y que al fin del verano
se queman hasta el tallo.
O la ruta se estrecha,
y sube viboreando hacia el riacho con sus filosas piedras,
las tierras altas donde crecen alisos y abedules,
a través del pantano que parece vivir por sus arenas movedizas,
y un abeto caído impide finalmente continuar,
cae la oscuridad sobre los matorrales
y en las cañadas se adivina el miedo.
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5 comentarios:
Estamos hasta arriba de zonas defectuosas. Más difícil será encontrar sectores idóneos y presentables, e incluso a ellos se les podrá poner tacha y enmienda.
Afirmaciones extraordinarias exigen pruebas extraordinarias.
Altas estrellas.
Columpiándose el niño
las ve más cerca.
(SUSANA BENET)
La vida, cuanto más vacía está, más pesa.
(DANDÚ)
Repara tu trineo en verano, y tu carreta en invierno.
(proverbio armenio)
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