Era el otoño y la hoja de aquel árbol
temblaba. También yo, también nosotros
teníamos un temblor nuevo, una nueva
y enfebrecida tarde. Como el mar
que rompe hacia las rocas y las vence
así eras tú, estudiante. Conocía
tu soledad, tu cuerpo, desde antes
de ver tu cuerpo y ver tu soledad.
"¿Estudias mucho?" "Estudio poco". "¿Vives
poco?" "No, vivo mucho". Parecía
que tus palabras me arrastraban, era
todo tan nuestro de verdad, tan bello
de verdad, tan sencillo. Me acordaba
de aquel niño lejano que aún creía
en Dios, en sus milagros. (Madre, madre,
un día vendrá Dios hasta los pobres
y hará justicia.) Mientras, era el campo,
fijamente mirábamos el campo
verde, universitario, lentamente
se humedecía la yerba. Era de oro
la hoja del árbol y temblaba, era
no sé de qué tu corazón y abría
sus puertas a la yerba verde y húmeda.
Náufragos del jardín, resucitábamos,
llegábamos a amarnos, me perdía,
me salvaba, dudé, toqué las llagas
de aquel paisaje con los dedos como
se toca un árbol, una flor, un cuerpo:
para creer. Olía a vida. Se
respiraba la vida. De repente
alguien, el viento, nos dejó sin libros,
nos hizo dioses. Y quedamos solos,
frente a frente, mirando aquellos campos
solitarios, y libres, y vencidos,
a nuestros pies. Podía renunciarse
a morir ante aquel milagro. "Pero
¿me escuchas, me comprendes, vas conmigo?"
Era el otoño y la hoja de aquel árbol,
que era de oro de verdad, temblaba.
5 comentarios:
Bellísima.
Me trae recuerdos de juventud y creo que es el principal cometido de un poema, erizarte el vello y hacer aflorar sentimientos dormidos.
Os doy las gracias y os deseo - a todos, redactores del blog y lectores - un feliz y próspero 2016.
FELIZ 2016 PARA TI Y PARA TODOS LOS AMIGOS DEL BLOG.
Lo que fácil se gana, fácil se gasta.
No se llega lejos cuando todos los días se cambia de camino.
(proverbio ucraniano)
La investigación ha avanzado tanto, que cada vez es más difícil encontrar a alguien sano.
(HUXLEY)
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