olvidados en cajas de zapatos yacen
bocabajo
poemas que dejé sin terminar
borradores meticulosos
con rima interna medio cursi
donde se hunde una que otra
verdad coyuntural sobre algo
cuya pertinencia
se ha ido borrando por la falta
de costumbre
me tropiezo
con estos bocetos descuidados
trato de recuperar su tiempo y su lugar
algún pezón tierno entre mis dientes
el ángulo de la luz en la ventana
el tiesto roto cuya muerte lamenté
o la olla que rescaté de la avaricia
maldigo mi memoria por no haber
clasificado en sus sinapsis estas
estampas polvorientas
maldigo el papel donde cuajaron
estos fracasos roídos de erratas
mendigos en busca de sentido
que estiran su mano mustia
para agarrar un je ne sais quoi
no los publico porque los encontré
ni porque merecen que otros lean
este hoyo negro de tinta derrochada
en cuya miseria se ahogan
las palabras
estos que lees hoy aquí no son
esos poemas encajonados que
decidí olvidar
éstos son peores
éstos sí que son
2 comentarios:
La distancia entre la vida y la muerte es del grosor de un pelo.
(proverbio filipino)
Lo que no se sabe expresar claramente, es que no se sabe claramente.
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