apóyate en un ánfora de jardín,
teje, teje la luz del sol en tu pelo,
aprieta tus flores contra ti con dolorida sorpresa,
tíralas al suelo y vuélvete
con una fugaz ofensa en los ojos:
pero teje, teje la luz del sol en tu pelo.
Así le habría hecho yo marcharse a él,
así le habría hecho a ella quedarse inmóvil y afligirse,
así la habría dejado él
como el alma deja al cuerpo, desgarrado y arañado.
como la mente abandona el cuerpo que ha usado.
Yo encontraría
algún modo incomparablemente leve y hábil,
algún modo que ambos entendiéramos,
sencillo y sin fe como una sonrisa y un apretón de manos.
Ella se apartó, pero con el tiempo otoñal
obligó a mi imaginación muchos días,
muchos días y muchas horas:
el pelo por los brazos y los brazos llenos de flores.
¡Y me pregunto cómo habrían estado juntos!
Me habría perdido un gesto y una actitud.
A veces estas vacilaciones aún asombran
la turbada medianoche y el reposo de mediodía.
1 comentario:
¿Qué se tiene si no se tiene esperanza?
(MICHELLE OBAMA)
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