Los árboles empiezan ya a brotar
como algo casi a punto de ser dicho;
los nuevos tallos posan y se extienden,
su verdor es una especie de tristeza.
¿Entonces, es que ellos renacen
y nosotros nos hacemos más viejos?
Su truco anual de parecer nuevos
se inscribe en sus fibras en forma de anillos.
Sin embargo, los infatigables castillos desgranan
su gruesa madurez cada primavera.
Ha muerto el último año -parecen decir-,
otra vez empecemos: otra vez, otra vez.
6 comentarios:
Hermoso poema, cuyos versos respiran el optimismo manso del comienzo. La poesía no despeja dudas, pero deja sobre la incertidumbre cielos claros, pasos compartidos, sendas por recorrer en compañía. Felices fiestas y un año nuevo con luz de mediodía.
Mal año este que acaba: el de Trump, Alepo, Rajoy redivivado; el del asesinato de Sánchez a pezuñas de unos zafios, la muerte de una anciana incinerada, las ciudades sumidas en borrina poluta venenosa, los parques descuidados, el fragor del los hielos que se funden y se parten, los viejos olvidados; el de la sonrisa impune de los gángsters que salen del juzgado, los discursos regios despreciables, la traición socialista para tantos...
Sin duda un mal año para los justos: hagamos el que ya empieza lo que buenamente podamos. Con las mentes, pero también con iracundas manos.
Feliz año a ambos: José Luis y F. Es un gran honor para este modesto blog contar con tan ilustres visitantes. Un abrazo para los dos.
Han completado
la Tierra y sus criaturas
otra tournée.
El año cambia
(en vez de un 6, un 7).
Lo demás sigue.
Para estar bien,
mucho más que "dónde"
importa "con quién".
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