del tanque de agua al cable del cable al suelo
del suelo al alero tanque cable suelo alero rutina implacable que veo ya no espero
más la revolución palomosa.
Suelo:
Pelean por miguitas, las muy mierdas.
Picotean el agua de los charcos.
Alero:
La taza rueda de mi mano
ensucia el piso con manzanilla y trozos de cerámica:
dos palomas
torcazas grises entre tanque y alero
descansan en mi balcón.
Van y vienen con palitos
los amontonan
en la maceta sin planta pronto
el nido, dos huevos.
Incuban por turnos:
la paloma de noche, el palomo de día
o viceversa, no sé cuál es cuál.
Cielo espléndido de primavera.
En el despliegue de puntos de fuga no
distingo a mis palomas, sólo líneas.
A veces pienso que estoy en este mundo con una única finalidad:
mirar palomas.
Los pichones rompen el huevo
el mismo día, son idénticos.
A veces pienso que estoy en este mundo con una única finalidad:
mirar palomas.
Los pichones caminan entre las dos macetas
aletean hasta la baranda del balcón.
Vuelan. Ya no vuelven.
Tanque:
Me apresuro a deshacer el nido.
Saludo.
Desinfecto.
Cable.
Suelo.
Alero.
3 comentarios:
Un idioma siempre es extranjero.
(VICENTE NÚÑEZ)
La perseverancia da sus frutos. Escribió 400 cartas de amor a su novia y ésta terminó casándose con el cartero.
Escuchar con atención es una forma de dar.
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