Matar al hijo.
El orden de los factores
sí
altera el producto.
Dicen los viejos, los libros,
los filósofos...
todas las fuentes de conocimiento que conozco
dicen
que es fundamental
primero
matar al padre
y luego
matar al hijo,
si lo tuvieras.
Yo he tenido muchos
muchos, tantos
que ni siquiera recuerdo
los nombres que les puse.
que ni siquiera la hora del parto,
ni la hora
de la muerte.
Tantos que
ni uno favorito,
ni mi ojito derecho,
tantos que de
tantos caínes y abeles
aquello era una guerra civil.
Y yo estaba ahí,
con el rostro serio que debe tener Yahvé
viendo,
dejándolos morir...
participando activamente
en la de algunos:
-tu quoque mater mii?
-ego quoque, ego quoque hijo mío,
con mis propias manos
con el mismo puñal que a tus hermanos
hube de matarte en favor propio
y aun así
me siguen saliendo los tiranos
desde el coño a la cabeza,
de la punta de las manos a la punta
de la lengua, cada equis tiempo
y cada equis tiempo
la sangre nos riega
la casa.
las bibliotecarias, los poetas,
todas las fuentes de conocimiento
que conozco
y los farmacéuticos insisten:
es fundamental
matar al padre
y luego
matar al hijo.
Pero he tenido tantos,
he sido tan madre que
apenitas tiempo para ser hija
y mi padre sigue vivo.
Pero sólo tengo uno.
1 comentario:
A menudo los dioses se llevan para sí, antes de tiempo, a aquéllos a quienes más aman.
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