Ya no te guardaré,
se deshizo la música
donde me pareció que estabas.
Eran cristales rotos,
o arena, no sé bien:
yo pisé y comprendí.
Comprendí con asombro que el tiempo se estiraba
desesperado y sin sentido
y que yo no era nadie
excepto el que te amó.
Eran cristales rotos,
piedras o desventuras,
eran cuerpos enormes
o cenizas, no sé.
Yo pisé y comprendí.
3 comentarios:
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
Si todo ha de acabar, muerde muy fuerte
cada hora que le robas a la muerte.
(EDUARDO GARCÍA)
¿Qué hacen ahí esos mirones
que no salen a bailar?
Que dejen a las paredes,
que ellas solas se tendrán.
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