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sábado, 22 de julio de 2017

Creo en la mano detenida (por Wislawa Szymborska)


Creo en el gran descubrimiento.
Creo en el hombre que hará el descubrimiento.
Creo en el terror del hombre que hará el descubrimiento.
Creo en la palidez de su rostro,
la náusea, el sudor frío en su labio.
Creo en la quema de las notas,
quema hasta las cenizas,
quema hasta la última.
Creo en la dispersión de los números,
su dispersión sin remordimiento.
Creo en la rapidez del hombre,
la precisión de sus movimientos,
su libre albedrío no reprimido.
Creo en la destrucción de las tablillas,
el vertido de los líquidos,
la extinción del rayo.
Afirmo que todo funcionará
y que no será demasiado tarde,
y que las cosas se desvelarán en ausencia de testigos.
Nadie lo averiguará, no me cabe duda,
ni esposa ni muralla,
ni siquiera un pájaro, porque bien puede cantar.
Creo en la mano detenida,
creo en la carrera arruinada,
creo en la labor perdida de muchos años.
Creo en el secreto llevado a la tumba.
Para mí estas palabras se remontan por encima de las reglas.
No buscan apoyo en ejemplos de ninguna clase.
Mi fe es fuerte, ciega y sin ningún fundamento.



5 comentarios:

Fred dijo...

Esto escribía servidor en este Limonar al poco de la muerte de la poeta polaca:

A la muerte de Wislawa Szymborska.

Mereció la pena el viaje, ¿eh, Szymborska? Venir al mundo en la terrible Polonia en un siglo tan maldito no deja de ser una broma pesada... Pero no todos iban a nacer en las Maldivas, o en Tahití, o en una isba del parque de Redes, en la Astúrica Transmontana. Entonces no iba a tener mayor mérito lanzar granadas de belleza, pues una viviría entre los tallos de las orquídeas que le hacían cosquillas en los sobacos. Y por eso aquella gente es tan risueña. Pero crecer entre rigores, entre crucifijos de lignito y botas claveteadas, no invita a la alegría de cantar a la vida.
Qué lúcido optimismo emana de los versos de Wislawa... Qué canto de esperanza.
Vivió en la adusta Cracovia y parece que la nacieran en el fértil valle del Guadalquivir.

Anónimo dijo...

Polonia siempre parece estar condenada a sufrir los embates de gente impresentable de dentro o de fuera: ya Napoleón, ya Hitler, y últimamente el nacionalista Kakzynski, que quiere acabar con la división de poderes. No me explico que haya podido dar poetas insignes e incluso optimistas.

Anónimo dijo...

La humanidad se autodestruirá (es lo probable) y será, más que por maldad, por estupidez.

hAiKu dijo...

Nadie posee
un mapa topográfico
del laberinto.

(PURIFICACIÓN SALAS BLANCA)

Círculo Cultural FARONI dijo...

Los tambores de guerra son tambores de hambre.

(proverbio guineano)