mis olmos, mis amigos naturales,
me abrazan negros, blancos. Nieva.
¡Y qué abrazo
de bosque el de estos doce olmos,
en este olmo primero, junto a mí!
¡La melodía, blanca, negra, en negro blanco abrazo;
frío y cálido abrazo,
como el del perro, el animal que viene vaheando;
el blanco y negro estar a gusto aquí
desnudo, aunque vestido;
la unidad de lo blanco con lo negro solos,
dos negros con dos blancos;
la eternidad desnuda blanca, negra;
bosque mío de olmos con la nieve!
Y al fin, levanto más mis brazos y los abro
y me abrazo a los olmos en el olmo,
en su total de ramas desnudas blancas negras;
esta vibrante y armoniosa sinfonía
de ramas en enlace sucesivo;
bosque hecho abrazo con la nieve;
y me cierro con él, en un abrazo inmenso,
desnudo de blancura y de negrura,
un bosque natural de ser y ser
en un abrazo natural de amor,
con mi ser natural desnudo de árbol hombre.
5 comentarios:
Todas las cosas
pueden resultar feas,
salvo los árboles.
Recuerdo a una víctima del terrorismo vasco que decía: la libertad consiste en poder salir a pasear sin miedo.
(MARINA)
Después de visto, todo el mundo es listo.
La amo tanto a mi pesar
que si volviera a nacer
yo la volvería a querer
aunque me vuelva a matar.
Hay individuos que discuten durante horas, y que bien puede ser que estén de acuerdo, puesto que su desacuerdo resulta de darle sentidos diferentes a la misma palabra, y nunca pensaron en definirla. Comienzan por todo, menos por el principio.
(PESSOA)
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