voy a verme la cara
voy a verme
pues qué otra manera hay decime
qué otra manera de saber quién soy.
Cada vez que desprenda la cabeza
del fárrago de libros y de hojas
y que la lleve hueca atiborrada
y la deje en reposo allí un momento
la miraré a los ojos con un poco
de ansiedad de curiosidad de miedo
o sólo con cansancio con hastío
con la vieja amistad correspondiente
o atenta y seriamente mirarme
como esa extraña vez—mis once años—
y me diré mirá ahí estás
seguro
pensaré no me gusta o pensaré
que esa cara fue la única posible
y me diré esa soy yo ésa es Idea
y le sonreiré dándome ánimos.
5 comentarios:
Me gusta este poema...un gusto leerlo ...saludos
Saludos, Sandra. Nuestro reto es seleccionar un poema excepcional todos los días. Por suerte hay muchos, los suficientes para llenar este blog desde hace ya 9 años...
Huele a hoguera el sol al despedirse
de la cal de la casa que crepita
en el valle, y son brasas de un cielo
consumido las flores del almendro.
Las llamas prenden en las copas
de los pinos. Los pájaros se incendian.
Ya todo en la sazón,
qué queda sino arder,
arder en el silencio.
(ÁNGEL JAVIER AGUILAR BAÑÓN)
Quien conserva la facultad de ver la belleza no envejece.
(KAFKA)
Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo amor.
(BENAVENTE)
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