como otros eran, no he visto
como otros veían, no pude sacar
mis pasiones desde una común primavera.
De la misma fuente no he tomado
mi pena; no se despertaría
mi corazón a la alegría con el mismo tono;
y todo lo que quise, lo quise solo.
Entonces -en mi niñez- en el amanecer
de una muy tempestuosa vida, se sacó
desde cada profundidad de lo bueno y lo malo
el misterio que todavía me ata:
desde el torrente o la fuente,
desde el rojo peñasco de la montaña,
desde el sol que alrededor de mí giraba
en su otoño teñido de oro,
desde el rayo en el cielo
que pasaba junto a mí volando,
desde el trueno y la tormenta,
y la nube que tomó la forma
(cuando el resto del cielo era azul)
de un demonio ante mis ojos.
4 comentarios:
Creemos que los niños son todos felices, pero es sólo porque aún no han aprendido, o no se atreven, a expresar lo mal que lo pasan muchas veces.
Sólo el placer recíproco es deleite.
(LUCRECIO)
Para nacer hay que romper un mundo.
(HESSE)
Estamos aquí con nuestros perros para olvidar
a quienes hemos sido en este día;
ya no decimos nuestros nombres
sólo los de los perros.
Estamos aquí para purificarnos de intenciones,
no para ser indiferentes.
La voluntad de ser nos pesa mucho
y esa necesidad de los perros
de estar con su manada
provoca un gran alivio.
Queremos disfrutar verlos correr airosos
gastando a manos llenas la energía
que nosotros ahorramos
para vivir más tiempo,
para también pensar a manos llenas.
Ellos nos dan el cuerpo que perdemos
y que desea ir alegremente
tras la pelota que la vida lanza.
(GARCÍA BERGUA)
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