zUmO dE pOeSíA

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domingo, 17 de junio de 2018

Sólo temo no encontrar (por Rupert Brooke)


Cuando en la noche de mi vida venga el amanecer
dispersando la niebla de los sueños, la triste melancolía,
antes de esa terrible alba de la tumba:
¿Olvidaré el sordo dolor del recuerdo?
¿Mi corazón cansado como un niño despierto
llenará el amanecer de música? ¿No retendrá
alguna de las tristes notas de mi anterior esfuerzo,
sino a través de ese espléndido nacer del día y hará
más bella aún la belleza, más hermoso el amanecer?
Sólo temo no encontrar
esa valiente sonrisa que una vez iluminó el aire oscuro,
los brillantes ojos que albergaban pureza,
ni ver la pálida nube de su pelo al ondear,
reír y saltar en el desolado viento.



6 comentarios:

zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.) dijo...

Todo anochecer fue el principio (amanecer) de otra cosa.

Alba de julio.
No anocheció del todo
y ya amanece.

zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.) dijo...

(Enviado por Rafael Baldaya)

R Baldaya dijo...

Gracias, no había forma de que entrase el comentario

TóTUM REVOLùTUM dijo...

La dosis justa de suelo para sobrevivir.

La dosis precisa de suelo para reponer fuerzas y estirar las alas.

La dosis mínima y estrictamente necesaria de suelo para seguir volando.

Fuego de palabras dijo...

qué bueno que hayan la palabra alegría la palabra ilusión la palabra emoción qué bueno que estén en el diccionario disponibles y usables para encontrar motivos de pronunciarlas



(AITOR SUÁREZ)

TóTUM REVOLùTUM dijo...

Un buey que tiene plantadas en la espalda, entre los hombros, dos alas minúsculas ligeramente más gruesas que dos jorobas. La mayor parte del tiempo las alas están en reposo. Cuando están en movimiento, sólo desplazan un poco de aire, el buey se eleva un milimetro por encima del suelo —pero eso basta para volar.

(BOBIN)