besó a su mujer como si fuese última,
y a cada hijo suyo cual si fuese el único,
y atravesó la calle con su paso tímido.
Subió a la construcción como si fuese máquina,
alzó en el balcón cuatro paredes sólidas,
ladrillo con ladrillo en un diseño mágico,
sus ojos embotados de cemento y lágrimas.
Sentóse a descansar como si fuese sábado,
comió su pobre arroz como si fuese un príncipe,
bebió y sollozó como si fuese un náufrago,
bailó y se rió como si oyese música,
y tropezó en el cielo con su paso alcohólico.
Y flotó por el aire cual si fuese un pájaro,
y terminó en el suelo como un bulto flácido,
y agonizó en medio del paseo público.
Murió a contramano entorpeciendo el tránsito.
Amó aquella vez como si fuese el último,
besó a su mujer como si fuese única,
y a cada hijo suyo cual si fuese el pródigo,
y atravesó la calle con su paso alcohólico.
Subió a la construcción como si fuese sólido,
alzó en el balcón cuatro paredes mágicas,
ladrillo con ladrillo en un diseño lógico,
sus ojos embotados de cemento y tránsito.
Sentóse a descansar como si fuese un príncipe,
comió su pobre arroz como si fuese el máximo,
bebió y sollozó como si fuese máquina,
danzó y se rió como si fuese el próximo,
y tropezó en el cielo cual si oyese música.
Y flotó por el aire cual si fuese sábado,
y terminó en el suelo como un bulto tímido,
agonizó en medio del paseo náufrago.
Murió a contramano entorpeciendo el público.
Amó aquella vez como si fuese máquina,
besó a su mujer como si fuese lógico,
alzó en el balcón cuatro paredes flácidas,
sentóse a descansar como si fuese un pájaro,
y flotó por el aire cual si fuese un príncipe,
y terminó en el suelo como un bulto alcohólico.
Murió a contramano entorpeciendo el sábado.
5 comentarios:
Jodeleñe, ya decía Fernando que todas las palabras esdrújulas son ridículas.
Pero oye, ¡que ridícula y esdrújula también son ambas cosas!
El poder no cambia a las personas, solo revela quiénes verdaderamente son.
(MUJICA)
"Contra pereza, diligencia",
exclamaba mi madre.
Y yo venga a esperar
(pero no llega)
la diligencia: el coche de caballos
que venga a recogerme
y que desde mi cama me lleve a todas partes.
(SAIZ DE MARCO)
Para ser libre hay que ser valiente.
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