No se imaginaba que fuera tan difícil.
Le tiembla la voz.
Le tiemblan las manos.
Siente que cada frase
debe superar la prueba de la oscuridad.
Tendrá que arreglárselas solo,
sin luces ni colores.
Peligrosa aventura
para las estrellas de sus poemas,
para la aurora, el arco iris, las nubes, las bombillas de neón, la luna,
para los peces hasta ahora tan plateados bajo el agua
y el halcón tan silenciosamente alto en el cielo.
Lee -porque ya es demasiado tarde para no hacerlo-
sobre el niño de la cazadora amarilla en el verde prado,
sobre los rojos tejados visibles en el valle,
sobre los vivaces números en las camisetas de los jugadores
y sobre una mujer desnuda tras una puerta entreabierta.
Quisiera omitir -aunque eso no es posible-
todas esas imágenes en la bóveda de la catedral,
aquel gesto de despedida desde la ventana del vagón,
la lente del microscopio y el destello en el anillo,
y las pantallas y los espejos y el álbum con caras.
Pero es grande la cortesía de los ciegos,
grandes su comprensión y su generosidad.
Escuchan, sonríen, aplauden.
Alguno de ellos incluso se acerca,
llevando un libro abierto al revés,
para pedir un autógrafo invisible.
5 comentarios:
Me he quedado sin palabras
Quien se emociona por lo simple suele no ser simple.
(NAROSKY)
De dos modos nacemos: uno cuando la luz
por primera vez hiere los ojos entreabiertos;
otro cuando se unen dos almas. Y debemos
empezar a contar la vida desde entonces.
Cuando tú me quisiste y te quise nacimos
los dos a nueva vida; que entonces otra alma,
con sus potencias nuevas, nos dio el amor. Vivimos
de aquel día adelante con renovada vida.
Y suyo es el aliento que alentamos, no nuestro.
Amor rejuvenece a quien hielan los años,
mientras mantiene joven a quien joven encuentra.
(WILLIAM CARTWRIGHT)
No cenó nunca
tortilla de patatas
Tutankamón.
(CUQUI COVALEDA)
El corazón sin amor,
triste páramo cubierto
con la lava del dolor;
oscuro, inmenso desierto
donde no nace una flor.
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