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sábado, 7 de julio de 2018

Y también ese (por Neftalí Beltrán)


Ese niño soy yo.
Ese niño con un gato en las manos
soy yo.
Ese niño en un grupo de familia
soy yo.
Y soy también el adolescente
que mira al jardín desde una reja
y soy el retrato de un poeta
que figura en antologías,
y ese señor que contempla el mundo
desde el Pan de Azúcar
y ese hombre en el balcón
que tiene atrás la ciudad de Varsovia
y también ese viejo
sentado en una roca
frente al mar de Trieste.
Todo eso soy yo
y sólo de pensarlo
no sé ni qué pensar.


4 comentarios:

Pablo M dijo...

En realidad ningún yo, ni siquiera el más ingenuo, es una unidad, sino un mundo altamente multiforme, un pequeño cielo de estrellas, un caos de formas, de gradaciones y de estados, de herencias y de posibilidades. Que cada uno individualmente se afane por tomar a este caos por una unidad y hable de su yo como si fuera un fenómeno simple, sólidamente conformado y delimitado claramente: esta ilusión natural a todo hombre (aun al más elevado) parece ser una necesidad, una exigencia de la vida, lo mismo que el repirar o el comer.

casa de citas dijo...

La mayoría de las gentes son distintas de ellas mismas. Piensan con las ideas de los otros; su vida es una parodia y sus pasiones, remembranzas.

(OSCAR WILDE)

TóTUM REVOLùTUM dijo...

Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.

Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar…
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!

(MACHADO)

Alifanfarón de la Trapobana dijo...

Señora cama ¿en qué habéis vos hallado
que tenéis que estar siempre rechinando
cuando en vuestro regazo está gozando
su hermosa dama el fiel enamorado?

¿Tenéis acaso de su gusto enfado,
que estáis lo que ellos hacen murmurando?
¿O vais a sus acentos remedando
como a la voz el eco en hondo prado?

¿Gruñís porque os deshacen, picotera?
Pues no os componen para estar compuesta,
sino para mejor descomponeros.

Guardaos y no os ganéis, por ser molesta,
que aprieten los cordeles de manera
que reventéis y no podáis moveros.