Yo no soy de esta ciudad ni de ninguna
he venido por casualidad y me iré por la noche
aquí no tengo primos ni fantasmas.
Ahora veré los árboles despacio
la calle entre dos casas neutras
que conduce a un parque vacío.
He visto ya en otros sitios cómo el viento
hace huir un papel de periódico
y sé que la lluvia será hermosa desde esta taberna
de provincia desierta.
Cenaré temprano y antes de que salgan del cine las parejas de novios
habré dejado de ser en la mirada enumerativa
de la estanquera.
Y habrán fregado ya mi taza de café
y mi tenedor y mi cuchillo y mi plato
en la Fonda sustituible.
3 comentarios:
Es una suerte ser prescindible. Que el mundo pueda ser y moverse sin nosotros, sin cada uno de nosotros.
Extraña ciudad la mía,
aquí se dice que habitan
tres millones de personas,
pero miro en la calle el trabajo en el súper el bar
en el banco en el bus en el metro en el cine el estadio
y acabo pensando
que en verdad solo habita
una
única
persona
tres millones de veces.
(NEORRABIOS@)
El ruido depende del silencio del que procede. Cuanto más absoluto es éste más escandaloso es aquél.
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