Lo tienes aquí, delante, frente a ti, sentado,
con los ojos heridos por las briznas de luz.
Pero no: ya estoy escribiendo luz, cuando no hay brillo,
sino una oscuridad
torácica en el fondo de los acantilados
de esta habitación, con techo bajo,
para ahogar el pulmón condensado en las ascuas.
Acepta su volumen de musgo mercurial
reptando por el tronco seco de la maleza.
Aprende a manejarlo,
a dejarlo anegar la estatura del cuello.
Haz astillas con él.
Aquí hay un hombre sólo porque parece que lo es.
Asómate a su cara. Distingue sus aristas,
recorre con los dedos sus grietas transparentes,
el último destello ahogado en la retina,
cubierto de hojarasca el grito mudo.
No te está invitando a ningún laberinto.
Aquí no habrá fulgor, ni viaje, ni un deslumbramiento.
No habrá revelación: aquí hubo un hombre.
Esto que estás mirando, alguna vez fue un hombre.
6 comentarios:
Todo hombre (o mujer) es un sutil entramado o entrecruzamiento de trayectos y pasarelas que ni siquiera él o ella conocen. "Cada hombre es un abismo, y cada mujer lo mismo".
Cada vida es una danza electroquímica.
Todo ser humano lleva un misterio que ignora.
(PITOL)
Saludos afectuosos, laboriosos rezumantes.
¡Albricias!, amigo F. Nos tenías preocupados por tu ausencia. Ojalá que todo te vaya bien, también en la salud y en lo personal. Un fuerte abrazo de esta "jugosa" y poética peña.
Quien se sabe profundo se esfuerza por ser claro, quien se sabe superficial se esfuerza por ser oscuro.
(NIETZSCHE)
Publicar un comentario