a compartir mi cuarto en la casa que está mal de la cabeza,
y loca como los pájaros
cierra el pestillo de la noche con su brazo su pluma.
Sujeta al caos de la cama
burla la casa anticielo con nubes furtivas
pero en sus rondas burla la habitación de pesadilla,
a sus anchas como los muertos,
o monta el mar soñado de los pabellones de hombres.
Ha venido poseída
la que atraviesa con luz las paredes que rebotan,
poseída por los cielos
duerme en la estrecha acequia pero transita el polvo
pero delira a gusto
sobre las tablas del manicomio transidas por mis lágrimas.
Y llevado por la luz en sus brazos de una ansiada vez por todas
podré ya sin excusas
sufrir la primera visión que incendió las estrellas.
1 comentario:
Quien no usa bien de lo que sabe, no sabe saber.
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